“¿Cómo es posible que sufra una enfermedad renal si no me duelen los riñones?” Esta es la pregunta que se hacen muchas personas cuando el nefrólogo les dice que tiene una enfermedad renal, en ocasiones avanzada.
“¡Pero si yo no me he notado nada!”, dicen normalmente los pacientes. Y la realidad es esa. Aunque alguien tenga el riñón severamente afectado, la sensación de normalidad de su cuerpo puede ser casi absoluta e incluso puede seguir orinando con normalidad hasta que la enfermedad está ya muy avanzada.
Se trata de una enfermedad invisible porque da pocos síntomas y solo se pone de manifiesto cuando ya está muy avanzada. De ahí la importancia de conocer para qué sirven los riñones, qué posibles síntomas de alerta pueden dar, qué controles hemos de hacer para detectar precozmente una insuficiencia renal y qué puedo hacer para evitarla.
Función de los riñones
Los riñones tienen una importante misión en el organismo, desconocida para muchos, y no nos alerta con un síntoma fácilmente reconocible, como puede ser el dolor. Es importante conocer algo más de estos dos órganos con forma de alubia situados en la parte posterior del cuerpo a ambos lados de la columna vertebral y que miden unos 10 cm, para poder consultar precozmente, y sobre todo, prevenir los posibles problemas derivados de ellos.
El riñón es uno de los órganos a los que menos caso hacemos. Todos conocemos bien la función del corazón, del sistema digestivo, de los pulmones, del cerebro, etc. Conocemos qué síntomas nos pueden dar y conocemos a qué especialistas debemos consultar pero, si preguntamos acerca de cuál es la misión del riñón, la mayoría de las personas nos dirá que solo sirve para producir orina. La misión no es solo esta. Otra función del riñón es filtrar, depurar, limpiar, nivelar y contrarrestar todo lo que comemos y bebemos; es el encargado de controlar todo el medio interno de nuestro organismo que hace que el resto de los órganos puedan funcionar correctamente y, como consecuencia, surge la orina. Por eso un riñón puede estar severamente enfermo y seguir produciendo orina con normalidad, dando la falsa impresión de estar sano.
El riñón, entre otras cosas, ejerce una función depuradora (elimina las sustancias tóxicas, reabsorbe las que necesitamos y luego las devuelve a la sangre) y, esta labor, la realizan los dos riñones a partes iguales.
Enfermedad renal: cuándo aparece
La insuficiencia renal aparece cuando los dos riñones están afectados, porque si uno de ellos sufre problemas, o es extirpado, el otro asume la función del primero, e incluso llega a aumentar su tamaño para poder compensar él solo el trabajo de los dos. El problema es que hay un gran número de enfermedades que pueden ir haciendo que los riñones pierdan su función sin dar síntomas que nos alerten. A esa pérdida de la función depurativa de los riñones se le denomina insuficiencia renal crónica. Los médicos clasifican la insuficiencia renal crónica en 5 estadios, según la capacidad de filtrado de los riñones. Así, se considera quinto y último estadio cuando los riñones no son capaces de realizar las tareas que le son asignadas y es necesario iniciar tratamiento sustitutivo renal, mediante la diálisis o el trasplante.
Se calcula que unos 50.000 españoles se están tratando de insuficiencia renal crónica, pero esto es solo la punta del iceberg. Debajo existe un gran número de ciudadanos que padecen una insuficiencia renal sin saberlo. Más de dos millones de españoles desconocen que sufren esta enfermedad, que está relacionada con un mayor riesgo cardiovascular, y es responsable de la muerte de un millón de personas al año, tal como apunta la Organización Mundial de la Salud.
Informar a la población sobre la enfermedad es vital para prevenirla. Según estudios sociológicos un 84% de españoles saben que un cardiólogo es quien trata enfermedades del corazón pero solo un 12% reconoce que le nefrólogo es el medico que se ocupa de las enfermedades renales.