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Consejos para disfrutar de la Semana Santa sin dolor de pies

Las personas con diabetes deben realizarse una exploración.

En Semana Santa es frecuente caminar mucho, o bien por seguir los pasos de las procesiones o por aprovechar los días de vacaciones para hacer turismo y visitar otros lugares. Por ello, tener dolor en los pies después de una larga caminata no es infrecuente. Los pies reciben mucho castigo durante el día, especialmente si se recorren trayectos largos. Una de las principales claves para evitar tener ese dolor intenso es utilizar un calzado apropiado para que los pies se mantengan lo más cómodos posible.

El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopcv) señala que “los problemas más comunes que se suelen dar en los pies durante estas fiestas son las metatarsalgias (dolor en el antepié), ampollas, erosiones y también dolor de espalda, de cuello así como sobre cargas en las caderas o en las rodillas como consecuencia de utilizar un calzado inadecuado o padecer alguna alteración de la marcha derivada de alguna patología no tratada adecuadamente”. Asimismo, los especialistas recalcan en la importancia de que las personas que padecen diabetes se realicen una exploración de sus pies tras cada jornada intensa para comprobar que no hay ningún tipo de rozadura, herida o ampolla. “Un elevado porcentaje de personas que sufren esta enfermedad presentan neuropatías en los pies que impiden detectar sin una exploración visual si la zona ha sido dañada”, señalan los expertos. Además, como estas personas tienen también problemas de cicatrización, una simple herida puede derivar en una úlcera que, en casos extremos, pueden llegar a agravarse hasta el punto de derivar en amputaciones de los miembros inferiores.

Por este motivo, los especialistas del Icopcv dan una serie de consejos para evitar los dolores de pies en cualquier momento, pero sobre todo en estas fechas y poder disfrutar de ellas:

  1. Realizar una revisión en el podólogo, antes de estas fiestas para detectar si hay alguna anomalía en la marcha, durezas, callos o cualquier otra patología que requirieran un tratamiento previo para evitar que deriven en complicaciones posteriores mayores.
  2. Elegir el calzado adecuadamente. Debe ofrecer sujeción sin apretar, estar fabricado en materiales naturales como la piel y ser flexible para que se adapte al movimiento pero con una suela gruesa que se agarre al pavimento para evitar resbalones, especialmente cuando el suelo está húmedo y en días de lluvia. Es muy importante no estrenar calzado si se prevé andar durante horas.
  3. Escoger bien los calcetines: que sean de nuestra talla, sin costuras y que no queden grandes porque al arrugarse pueden provocar heridas debido a que las fricciones que podrían irritar la piel. Son aconsejables los confeccionados con materiales como el algodón, los calcetines técnicos o los elásticos, que se adapten al pie sin dificultar la circulación.
  4. Realizar baños de contraste de agua tibia y fría. La secuencia sería agua fría -agua tibia -agua fría. El frío tiene propiedades antiinflamatorias y antiedematosas que reducirá la posibilidad de aparición de ampollas si aún se encuentran en una fase incipiente. El contraste con el agua tibia facilitará la circulación sanguínea.
  5. Tras el baño, secarlos perfectamente atendiendo especialmente al espacio interdigital para evitar la aparición de hongos o pie de atleta.
  6. Aplicar tratamientos antiinflamatorios después de cada jornada.
  7. Hidratar los pies para que la piel esté elástica.
  8. Las uñas deben cortarse, rectas, sin picos, porque si se redondean la carne del borde de la uña buscará ese espacio y cuando crezca es probable que se produzcan los dolorosos uñeros.
  9. Las ampollas no deben explotarse ni retirar la piel porque es la que protege de posibles infecciones. Éstas deben ser limpiadas con un antiséptico y dejarse secar al aire libre, si es posible.
  10. Si tras las fiestas perduraran las molestias en los pies o en la espalda, se detectara alteración en el color de las uñas o cualquier otra anomalía, es fundamental realizar una revisión en el podólogo para hacer una valoración y ofrecer el tratamiento más adecuado (si fuera necesario).

Por esta razón, si se percibe dolor en los pies, se debe realizar los cuidados apropiados para prevenir cualquier dolencia a largo plazo.

Fuente: cuidateplus.com