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El trasplante de menisco

El menisco es una estructura anatómica de la rodilla que realiza unas funciones bien establecidas:

  • Transmisión y absorción de cargas: donde transmite el 50% de la carga de todo el cuerpo a través de la rodilla.
  • Congruencia y estabilidad de la articulación: permitiendo un mejor encaje entre el fémur y la tibia.
  • Lubricación: manteniendo un flujo de líquido sinovial continuo.
  • Propiocepción: mediante unas células nerviosas ubicadas en el mismo menisco permite saber a nuestro organismo la posición de las diferentes partes de nuestro cuerpo.

En la mayoría de intervenciones por problemas de menisco, éste es extirpado parcial o totalmente por artroscopia (técnicamente conocido como meniscectomía). Esta meniscectomía puede alterar la biomecánica de la rodilla, con mayor o menor gravedad y consecuencias según la cantidad de menisco que hayamos extirpado. La ausencia de menisco en estos pacientes que han recibido una meniscectomía puede suponer el inicio y progresión de una artrosis en la rodilla. Además, la sintomatología de la rodilla (dolor, limitación de movilidad, fallo) de estos pacientes meniscectomizados persiste después de la intervención.

La meniscectomía es la técnica que se utiliza
para extirpar el menisco, parcial o totalmente

¿Qué es un trasplante de menisco?

El trasplante de menisco es una técnica quirúrgica en la que se coloca un menisco procedente de un banco de tejidos en la rodilla del paciente. El trasplante nace con la idea de restaurar la normal biomecánica de la rodilla, sobre todo la transmisión y absorción de fuerzas. Con esta intervención se pretende evitar o retrasar la aparición de la artrosis y, consecuentemente, la mejora del dolor en la rodilla.

¿Quién se puede beneficiar de un trasplante de menisco?

Las personas que pueden recibir un trasplante de menisco deben cumplir unas características concretas. Deben ser pacientes menores de 55 años a quienes se les haya extirpado el menisco, sufran un dolor localizado en la zona de la rodilla que está ausente de menisco, sea el dolor su motivo de queja predominante y ya no existan signos moderados o severos de desgaste y artrosis en la rodilla.

La intervención no se recomienda en personas que ya tienen signos de desgaste y artrosis en todas las zonas de la rodilla, en personas con artritis reumatoide, en personas en edad de crecimiento, en personas obesas (IMC mayor de 30) y en personas que hayan sufrido alguna vez una infección en su rodilla.

En personas con lesiones de ligamentos, alteraciones del eje de la pierna o lesiones específicas del cartílago, habrá que solucionar primero estos problemas antes de someterse a un trasplante de menisco. Por lo tanto, la selección del paciente para realizar un trasplante de menisco es crucial para el éxito y futuro de la intervención y es esencial una buena historia clínica y exploración física con las pruebas de imagen pertinentes.

¿Cómo es y de dónde proviene el implante de menisco?

El implante de menisco proviene de donantes. Se realiza un cribado serológico (hepatitisVIH, sífilis, HTLV) y microbiológico y se almacena a -80ºC para cumplir con los requisitos de calidad. Es evidente y fundamental que el nuevo menisco debe ser de un tamaño similar al menisco que se extirpó.

Las radiografías simples, la resonancia magnética o un TAC se pueden utilizar, según la preferencia del cirujano y del banco de tejidos, para determinar el tamaño que debe tener el nuevo menisco a implantar.

¿Qué pruebas de imagen se necesitan?

Es necesario disponer de radiografías simples desde diferentes ángulos para descartar que no haya un desgaste moderado o severo de la rodilla y para saber el eje de la pierna. También hay que disponer de una resonancia magnética para evaluar el menisco ausente, los ligamentos y el estado del cartílago. Como hemos comentado en el apartado previo, es necesaria la prueba de imagen elegida para determinar el tamaño.

¿Cuál es la técnica quirúrgica?

Hay diferentes técnicas quirúrgicas en función de si el menisco se trasplanta aislado o bien con porciones óseas de la tibia. La elección de la técnica depende de las preferencias del cirujano. En estudios publicados, actualmente no hay ninguna técnica que se considere mejor que otra.

¿Cuáles son los resultados del trasplante de menisco?

Cabe decir que, hasta hace poco, incluso hoy en día en algunos lugares, esta intervención se puede considerar «experimental». El objetivo inicial del trasplante es prevenir la artrosis de la rodilla.

Sin embargo, este objetivo no siempre se consigue sistemáticamente. En cambio, sí se ha demostrado la efectividad de esta técnica en la reducción del dolor y en la mejora de la función y calidad de vida del paciente.

Los estudios más recientes publicados informan de una supervivencia del menisco en un 80% de los casos a los 5-10 años post-intervención. Más allá de los 10 años, esta supervivencia se reduce al poco más del 50%. La complicación más frecuente es la ruptura del menisco trasplantado. Algunos estudios informan que aproximadamente hay que reintervenir al 30% de los pacientes durante los primeros 5 años después de la intervención.

Actualmente, todavía hay cuestiones por resolver sobre el trasplante de menisco, sobre la integración y supervivencia del menisco trasplantado, sobre la eficacia para prevenir la artrosis y en la posibilidad de reto.

Fuente

topdoctors.es