Un nuevo estudio expone el potencial de la dieta para desacelerar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
No es ningún secreto que seguir una dieta saludable y practicar ejercicio regularmente son beneficiosos para la salud, pues reducen el riesgo de obesidad y las enfermedades asociadas a ella. Ahora, una nueva investigación sugiere además que estos factores de estilo de vida tienen un gran peso para reducir la progresión de la enfermedad de Alzheimer. El trabajo ha sido publicado en la revista American Journal of Geriatric Psychiatry.
Los investigadores, de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) descubrieron que las personas con problemas de memoria leve que seguían una dieta mediterránea y hacían ejercicio físico suave regularmente, eran menos propensos a experimentar una acumulación de proteína tau y beta-amiloide en el cerebro, claves en el alzhéimer.
Se trata del primer estudio en mostrar cómo estos factores afectan a la acumulación de proteínas relacionadas con el alzhéimer en los cerebros de personas con problemas de memoria leve: “El hecho de que pudiésemos detectar esta influencia del estilo de vida a nivel molecular antes del comienzo de los problemas graves de memoria nos sorprendió”, expuso David Merrill, líder del estudio.
Para el experimento, los científicos contaron con la participación de 44 adultos de entre 40 y 85 años de edad, de los que 24 tenían deterioro de la memoria subjetiva y 20 deterioro cognitivo leve; ninguno de los participantes había sido diagnosticado con demencia. Todos los participantes se sometieron a un análisis de su masa corporal, actividad física, un cuestionario sobre su dieta y un nuevo tipo de exploración que mide los niveles de placas de beta-amiloide y proteínas tau en el cerebro.
Los investigadores descubrieron que los individuos con masa corporal saludable, que seguían una dieta mediterránea y realizaban algún tipo de ejercicio, tenían niveles más bajos de placas y grumos en el cerebro que los sujetos que no se ajustaban a este estilo de vida.
“El estudio refuerza la importancia de vivir una vida saludable para prevenir la enfermedad de Alzheimer, incluso antes del desarrollo de la demencia clínicamente significativa”, sentencia Merrill.
Fuente: muyinteresante.es